jueves, 29 de abril de 2010

¿Por qué las venas son azules si en ellas hay sangre roja?

¿Eh? ¿Nunca lo pensaron?

Pues sí, aunque les pueda parecer una pregunta estúpida, la respuesta es mucho más complicada de lo que podría parecer. De hecho, esta sencilla cuestión no se tenía tan clara hace unos siglos en la sociedad de la época (los médicos, obviamente, sí lo sabían). Y aún en la actualidad, se puede leer a mucha gente afirmar que la sangre de las venas es azul, doy fe de ello (Tanta desinformación médica concentrada por centímetro cuadrado de web hace daño a los ojos).

Pero antes de pasar a las venas tenemos que detenernos unos párrafos en la sangre. Espero que mis lectores no tengan hemofobia (fobia a la sangre) no me gustaría inducir desmayos. Ya saben, si empiezan a notarse la tensión baja, agachen la cabeza o vayan a algún sitio donde tumbarse para evitar el síncope.

Bien, la sangre se compone fundamentalmente de dos partes:


Parte de Elementos Celulares:

Glóbulos Rojos (Eritrocitos o hematíes)

Glóbulos Blancos (Leucocitos)

Plaquetas (Trombocitos)

Plasma Sanguíneo: Que es fundamentalmente agua y proteínas, aunque tiene gran cantidad de otras sustancias (de metabolismo, hormonas, desechos, etc) pero en una proporción muy baja.

De todos los elementos que van a formar la sangre, van a ser los eritrocitos los que le aporten ese color rojo tan característico. Y, a su vez, los eritrocitos le deben ese color a una sustancia química que poseen y al que se une el oxígeno que están encargados de transportar, el grupo Hemo, que queda dentro de una molécula más grande llamada hemoglobina.

La estructura molecular del grupo Hemo es la siguiente:

¿Ven el “Fe” en la zona central del grupo Hemo? Es el átomo de hierro y ahí es donde se unirá el oxígeno para que los eritrocitos puedan transportarlo. Este hierro sólo tiene dos estados de oxidación (Fe +2 y Fe +3) pero sólo será adecuado para el organismo el estado Fe +2 ya que permite la unión al oxígeno.

Por consiguiente:

Fe +2: Es como se encuentra en la sangre venosa (que transporta CO2 o dióxido de carbono)

Fe +2 + O2: Como se encuentra en en la sangre arterial (que transporta O2)

Pues bien, van a ser estos dos estados de oxigenación del hierro del grupo Hemo los que provoquen la tonalidad diferente entre la sangre venosa y la sangre arterial.

De esta forma, podemos ver que la sangre arterial tiene un color rojo brillante:


Mientras que la sangre venosa tendrá un color rojo oscuro:


Ya ven que no hay nada de azul en nuestra sangre. De hecho, cada vez que nos extraen sangre (para donaciones o para muestras, excepto en gasometrías que es arterial) la sangre que extraen es venosa y, salvo que sean daltónicos y confundan el rojo con el azul, siempre la habrán visto roja (si alguien se ha atrevido a mirar mientras le pinchaban, claro).

Aunque sí que es cierto que existe la sangre azul pero en otros animales, como por ejemplo, los moluscos. Que en lugar de tener el hierro como nosotros, ellos tienen el cobre (Cu) y en lugar de hemoglobina se le llama hemocianina.

Aquí una imagen de una muestra:


Y la imagen artística de esta sangre sería la siguiente:


Por cierto, para evitar posibles confusiones, tanto esta imagen de eritrocitos azules como la primera que son eritrocitos rojos están coloreados por ordenador. Ambas imágenes son de un microscopio electrónico de barrido y las imágenes, sin colorear, aparecen en escala de grises.

Volvemos a la pregunta inicial, ¿por qué las venas son azules si ya hemos visto que la sangre es roja? ¿Será por que la estructura de las venas es azul?

Entonces, si ni las venas ni la sangre en su interior son azules, ¿por qué las vemos azules?

Porque se trata de un efecto óptico debido a la piel. Las propiedades físicas de ésta van a ser las que determinen el reflejo diferente de luz de determinadas longitudes de onda. La piel refleja más luz roja que azul a lo largo de toda su extensión. Sin embargo, en las zonas en las que hay venas, la cantidad de luz roja reflejada es menor. Paradójicamente, aunque de la zona de la vena se refleje más luz roja que azul, al reflejar más luz roja la piel de alrededor, nosotros percibimos subjetivamente el color azul en la zona de la vena. Dicho de otra forma, aunque nos llegue más luz roja reflejada nuestra percepción visual nos hace verlas en azul. Si quieres comprobar este hecho sin tener que arrancarte la piel, hay un sencillo experimento que puedes hacer:

Consigan una muestra de sangre, da igual si es de vaca, cerdo o cualquier otro animal que tenga hemoglobina como nosotros. Échenla en un tubo de cristal transparente cerrado (lo ideal sería un tubo de ensayo) y empiezen a sumergir poco a poco este tubo en una jarra con leche. Al llegar a una profundidad determinada, el tubo aparecerá de color azul por las mismas razones que hemos explicado anteriormente y que sucedía en la piel.

Este curioso efecto óptico ha sido el que creó la famosas expresiones “príncipe azul” o “personas de sangre azul” para referirse a la gente que pertenecía a la nobleza o a una categoría social elevada. Estas expresiones tienen su origen en las familias nobles de Castilla para afirmar que su sangre era pura y no estaba mezclada con sangre judía o morisca. Y es que estas personas solían tener la piel de color pálido, al no tener que tomar el sol para trabajar. Este color pálido de la piel hace mucho más visible el color azul de las venas en la piel, cosa que no ocurre con las personas morenas, donde se observan mucho menos o incluso pueden ocultarse. Esta expresión española ha sido de las pocas que se ha universalizado y adquirido en múltiples idiomas. Lástima que su fundamento sea erróneo.

Desde un estricto punto de vista biológico, cuando los nobles afirmaban que tenían la sangre azul lo que estaban insinuando es que eran descendientes de moluscos y su sangre tenía hemocianina.

Curiosamente, en la actualidad no son estas expresiones las que llevan a pensar a algunas personas que la sangre de las venas es azul, sino los propios médicos a través de los típicos esquemas donde se dibujan a las venas de color azul y las arterias de rojo, pero no porque sean así, sino porque ayudan a visualizarlas y distinguirlas en un simple vistazo. Claro que las personas que no lo toman como esquemas sino como representaciones de la realidad terminan extrapolando que la sangre de las venas es azul.


Fuente

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